Viernes 22 de Marzo / 2019
Levítico 9
Expiación de un pecado, una ofensa, un yerro. El castigo por el pecado o la ofrenda por la culpa.
Vemos que las fiestas solemnes, se estaban ofreciendo conforme a las leyes ceremoniales: sacrificio de animales para expiar sus pecados; era todo un rito de holocausto para que su pecado fuera cubierto, ni siquiera borrado, esta acción sólo cubría el pecado, la ofensa o el yerro.
Lev. 9:6 “Entonces Moisés dijo: Esto es lo que mandó Jehová; hacedlo, y la gloria de Jehová se os aparecerá. Moisés, Aarón y el pueblo trabajaron y siguieron las instrucciones de Dios. Poco después, la gloria del Señor apareció”.
Gracias a Dios por el sacrificio perfecto de Jesús en la cruz, quien se hizo pecado, no para cubrir nuestros pecados, sino para borrarlos y limpiarnos de toda maldad.
Los sacrificios que Dios quiere hoy, como dice Salmos 51:17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.
¡Tremendo! no necesitas hacer sacrificios de animales, solo obedece, ten un espíritu quebrantado, es decir, si pecas, ve humíllate, pide perdón; no sólo a Dios, sino a quien hayas ofendido, sin excusas, ni orgullo, reconoce que te has equivocado y esto agradará al Señor.
¿Sirve usted a Dios día a día o espera que Él realice un acto poderoso? Si usted depende de sus gloriosos actos, puede que deje a un lado su deber diario de obedecerlo.
V.24 Vemos un despliegue de su poder, Dios envió fuego desde el cielo para consumir la ofrenda de Aarón. La gente cayó al suelo llena de pavor.
Muchos preguntan si Dios realmente existe, porque no ven su actividad en el mundo. Pero Dios está tan activo en el mundo actual como lo estuvo en el mundo de Moisés. Cuando hay un grupo de creyentes activos que le sirven, Dios tiende a no mostrar su poder en majestuosos actos físicos. Por el contrario, Él trabaja a través de estos creyentes para cambiar las vidas de las personas. Cuando usted se percate de eso, comenzará a ver actos de amor y fe en su vida que son sobrenaturales.
Padre ayúdame a ser obediente y hacer tu voluntad, a presentarme diariamente en sacrificio vivo, santo y agradable, que es el culto racional, como lo enseñas en Romanos 12:1, poniendo todas mis energías y recursos a tu disposición y confiando en tu dirección. Lo hacemos en gratitud porque nuestros pecados han sido perdonados.