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Lecturas del 8 - 12 de Febrero


LUNES 8 DE FEBRERO


BÁSTATE MI GRACIA

• 2 CORINTIOS 12: 1-10 •


En este capítulo el Apóstol menciona favores especiales recibidos de Dios; señalando el método que usa Dios para que el hombre no se envanezca, y termina diciéndoles que se arrepientan de las cosas que dejan mucho que desear en la comunidad cristiana de Corinto.


Muchos de nosotros, con todas las cosas que hizo Pablo, nos sentiríamos muy orgullosos, pero Pablo reconoce que la Voluntad de Dios, es que él se mantenga humilde; y para esto, Dios le puso una espina en el cuerpo.


Muchas veces las debilidades que tenemos en nuestra vida sirven para mantenernos humildes, porque por nuestras debilidades podemos darnos cuenta que las cosas que Dios hace a través de nosotros, no son por nuestras fuerzas sino por el Poder de Dios.


2 Corintios 12:8 «Tres veces le he rogado al Señor que me lo quite».


1. La gracia de Dios es lo único que necesitamos

Pablo clama para que Dios le quite el aguijón, pero Dios le responde:

«Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad».

2 Corintios 12:9


La Gracia es el amor inmerecido que tiene Dios para con nosotros.

El regalo de la vida eterna es lo más importante que podemos recibir:


a) Es un gran consuelo, saber que la Gracia poderosa del Señor puede contrarrestar todas nuestras debilidades.


b) Y, para que no nos dejemos llevar de la oratoria y la apariencia de los hombres, sino por la eficacia de la Palabra de Dios mediante el poder del Espíritu Santo.

2. El poder de Dios se perfecciona en la debilidad.

Dios se glorifica más cuando en medio de nuestra debilidad Él muestra Su poder.


3. Confiemos en los Propósitos de Dios

Pablo dice que se alegra en afrentas, necesidades, persecuciones, angustias porque reconocía que Dios tenía un propósito; en medio de cada situación; las pruebas sirven para cumplir los propósitos de Dios en nuestra vida.


 

MARTES 9 DE FEBRERO


MANUAL PARA LA HOMBRÍA

• 1 REYES 2: 19 •



Actualmente hay bastante confusión en cuanto a lo que realmente significa ser hombre. Para algunos, ser hombre consiste en tener muchas mujeres, consumir grandes cantidades de alcohol y medirse a golpes con cualquiera. Para muchos, ser hombre es competir por ser el número uno en todo sin importar el precio que hay que pagar con tal de ganar más dinero, tener una casa más grande y un mejor carro que el vecino. Para otros tantos, aún más trágicamente, ser hombre no significa nada, por tanto, prefieren ser algo más e incluso deciden quedarse como adolescentes el resto de su vida; algo que los sociólogos denominan el síndrome de Peter Pan.


Sólo la Biblia nos revela el verdadero significado de la masculinidad. El carácter de Dios, la vida de Jesús y el modelo de aquellos que siguieron al Señor nos permite ver en qué consiste ser hombre. Las palabras de David a su hijo Salomón en su lecho de muerte, registradas en el segundo capítulo de 1 de Reyes ofrecen un resumen profundo y al tiempo práctico de la hombría. David inicia su último mensaje exhortando a su hijo: “Ten valor y sé hombre” (V. 2). En efecto la hombría requiere valor porque para Dios ésta vale demasiado. Este pasaje resalta algunas características de un hombre de verdad:


Autoridad: “Cumple los requisitos del Señor tu Dios y sigue todos sus caminos” (V. 3). No se puede ser un hombre de verdad lejos de la Palabra de Verdad. Un hombre es aquel que toma en serio a Dios y vive bajo Su autoridad. Es allí donde Dios reviste la vida del hombre con autoridad frente a su familia y la sociedad.


Justicia: “…tú ya sabes lo que me hizo Joab […]. Haz con él lo que mejor te parezca, pero no permitas que envejezca y vaya a la tumba en paz” (Vs. 5 y 6). David no está hablando de venganza personal sino de justicia legal. Joab cometió crímenes y se le debía aplicar la ley. David mismo no lo pudo hacer pues él había cometido un crimen similar al matar a Urías. Un hombre de verdad actúa con justicia y está dispuesto a oponerse a las cosas injustas.


Equilibrio: “«Sé bondadoso con los hijos de Barzilai […]. »Acuérdate de Simei, hijo de Gera, el hombre de Bahurim de la tribu de Benjamín. Él me maldijo con una maldición terrible […]” (Vs. 7 y 8). Un hombre sabe cuando ser afectuoso y cuando ser recio. Muchos hombres son rudos, lo cual es necesario en muchas ocasiones de la vida, pero los guantes de la rudeza deben quitarse por momentos para mostrar ternura y amor a quienes Dios ha puesto a nuestro lado.

Que hoy sea un día para examinar nuestras vidas y saber si como hombres estamos viviendo y reflejando la masculinidad bíblica. La tarea para las damas consiste en promover estas cualidades en los hombres (hijos, hermanos, esposo) que forman parte de nuestra vida y enseñar a las niñas y jóvenes a utilizar esto como parámetro para escoger la persona con quien compartirá su vida.


La hombría requiere valor porque para Dios ésta vale demasiado.



 

MIÉRCOLES 10 DE FEBRERO


¿QUIÉN DICES QUE ES JESÚS?

• MATEO 16: 13-23 •


En la época que vivió, Jesús era visto como una persona que confundía y escandalizaba a muchos religiosos.


Es muy importante que conozcas quien no es Jesús:


Jesús no es indiferente a las personas de su época. Porque donde Él iba se juntaban multitudes, y los mensajes que Él daba eran controvertidos, porque los religiosos siempre estaban diciendo que, NO podían hacer; mientras qué Jesús decía, lo que tenían que hacer.


Jesús no es religión. Quiero decirte que hoy muchas personas relacionan a Jesús con sus experiencias en las Iglesias, con respecto a las normas que el mismo hombre ha intentado establecer, como exigir un determinado vestuario (mujeres sólo con faldas largas). Jesús vino a liberarnos de todas nuestras cautividades.

Jesús no es buscado, es un buscador. Todos tenemos la percepción que debemos buscarlo y sí, hay tiempos donde debemos volver nuestro corazón a Él; pero quiero decirte que Dios salió a tu encuentro.


Pedro le responde a Jesús cuando pregunta: Y ustedes, ¿Quién dicen que soy? Para ese momento, Pedro estaba empezando su habilidad de escuchar lo mismo que Jesús escuchaba y por eso le dice: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.


Después, Jesús le cambió el nombre de Simón a Pedro que significa roca, es decir que, sólo Dios ve el potencial que ni tus padres saben que tienes y que no depende de tu desempeño.


Por lo que sucede después, es muy fácil tener la tendencia a juzgar a Pedro, pero es importante tener en cuenta que ésta era la primera vez que los discípulos escuchaban hablar a Jesús acerca de sufrir y morir.

Todos tenemos la mala idea, en los momentos más difíciles de la vida, de ir en oración y explicarle al Dios del Universo que Su plan no es correcto, porque no está conforme a nuestra agenda. Pero, Dios que es bueno, hace que todo nos sirva para bien.


 

JUEVES 11 DE FEBRERO


DIOS SIGUE INSTRUYENDO

• ÉXODO 20: 21-26 •



Dios comenzó a darle las Leyes a Moisés, en ese encuentro en el Monte Sinaí; el pueblo escuchó, en persona, las instrucciones que conforman la introducción de toda la Ley. Pero los israelitas tuvieron miedo de oír la Voz de Dios, así que pidieron que Moisés fuera el intermediario entre Dios y el pueblo (V. 21).


La frase “No hagáis Conmigo”, se puede traducir literalmente: “No hagan de Mí”, advertencia a los israelitas para darles la oportunidad de que no cayeran en el pecado del Becerro de Oro. Ese tipo de idolatría es más sutil, ya que pretende adorar a Dios, pero en realidad es una imagen falsa de Él.


Desde el principio, con Abel y Caín, el sacrificio en un altar es la manera en que el hombre ha buscado acercarse a Dios y les enseñó que para el sacrificio, era necesario derramamiento de sangre. La Biblia va revelando lo que representan los sacrificios, hasta llegar a la revelación del sacrificio de Jesús en la Cruz.

Las piedras del altar no debían ser labradas, sino lo más natural posible. El altar no debe ser una “obra de arte” humana sino un lugar donde el énfasis está en Dios, no en el hombre.


Para nosotros los cristianos -que de la Ley debemos extraer y guardar sólo el sentido espiritual-, esta ordenanza significa que quienes somos responsables de servir el alimento espiritual para el pueblo de Dios, no debemos encumbrarnos sobre nuestros demás hermanos, ya que de hacerlo quedaremos expuestos, a ser humillados y exhibidos ante ellos. Jesucristo, nos advierte con severidad: El que se enaltece será humillado.


Dios dio instrucciones específicas acerca de la construcción de los altares porque quería controlar la forma en la que se ofrecían los sacrificios. Para evitar que la idolatría se mezclara con la adoración, Dios no permitió que las piedras del altar se cortaran o se moldearan de forma alguna.


Dios no está en contra de la creatividad, pero sí de que creemos nuestra propia religión.


 

VIERNES 12 DE FEBRERO


PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO

• LUCAS 2: 21-38 •



1.- Presentación de Jesús en el templo: V. 21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.

¿Qué es la circuncisión? Un ritual que se practicaba a todos los varones judíos, a los 8 días de nacidos, como símbolo del pacto entre Dios y Abraham; es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es quitar el prepucio del pene que se haya adherido al glande.


Vs. 22-23 (NVI) Así mismo, cuando se cumplió el tiempo en que, según la Ley de Moisés, ellos debían purificarse, José y María llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor. Así cumplieron con lo que en la Ley del Señor está escrito: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor». Importante comprender que los niños y niñas no se bautizan, sino que se presentan al Altar de Dios para ser guiados por su Espíritu Santo.


2.- Desde su nacimiento el Señor Jesús vino a cumplir la Ley. Es importante la obediencia ya que en esta época nosotros debemos circuncidar nuestro corazón, limpiarlo de todo mal pensamiento, envidia, rencor, ira, amargura, depresión, etc. Debemos no sólo leer la Palabra sino permitir al Espíritu Santo que haga la obra en nuestras vidas y nos transforme, renueve, y nos guíe por el camino correcto; la invitación de Dios es que obedezcamos y sigamos las instrucciones.


V. 24 (RV60) También ofrecieron un sacrificio conforme a lo que la Ley del Señor dice: «un par de tórtolas o dos pichones de paloma». “El Señor Jesucristo hizo un sacrificio una vez y para siempre”. Hoy en día no tenemos que ofrecer sacrificios.


Josué 23:6 (NVI) esfuércense por cumplir todo lo que está escrito en el Libro de la Ley de Moisés. No se aparten de esa Ley para nada.


Vs. 25-28: (NVI) Ahora bien, en Jerusalén había un hombre llamado Simeón, que era justo y devoto, y aguardaba con esperanza la redención de Israel. El Espíritu Santo estaba con él y le había revelado que no moriría sin antes ver al Ungido del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo. Cuando sus padres llevaron a Jesús para cumplir con la costumbre establecida por la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios: Permaneció en ferviente deseo por ver al Salvador, no desertó… persistió”.


3.- Mantenga la Esperanza.

Simeón en hebreo significa “El que ha sido escuchado”. Es importante que el Espíritu Santo esté en nosotros, que tomemos esa palabra profética que Dios nos ha dado y creamos hasta el final de nuestros días.


Dios siempre cumple Sus promesas y nos dice: no teman, no desmayen, porque el Señor está con nosotros todos los días de nuestra vida.


Oración: Padre, te damos gracias por tu Hijo Jesucristo que trajo salvación, libertad, sanidad, restauración. Hoy, consagramos a nuestros hijos y nuestras generaciones en Tu altar, para que sean guiados por tu Santo Espíritu y puedan permanecer firmes.



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