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Lecturas del 7 al 11 de Septiembre

Actualizado: 9 sept 2020


LUNES 7 DE SEPTIEMBRE


JESÚS, NUESTRO INCOMPARABLE EJEMPLO

• FILIPENSES 2:5-11 •


Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.


En este pasaje bíblico, las figuras centrales son: Jesús, el Hijo y Dios, el Padre. Con palabras sencillas pero muy conmovedoras, este pasaje describe la total y extrema auto humillación del Hijo de Dios. Muestra el camino del completo despojamiento y de la humildad, de la renuncia y de la obediencia por Amor al Padre. Describe de manera majestuosa la total y completa exaltación de Jesucristo.


“El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. Es un principio bíblico inquebrantable: “A la honra precede la humildad”. ¡Dios siempre actuará de esta manera, también en nuestras vidas, si nos humillamos de corazón!


Después del vaciamiento total, viene la llenura total, después de la humillación, la exaltación “hasta lo sumo”. ¿Cómo podía el Señor Jesús ser exaltado aún más? Pues ya antes de Su encarnación, Cristo poseía todas las características divinas e integraba la Trinidad. ¿Y cómo Dios, en Su encarnación permaneció siendo Dios? Pero por Su humillación, Su sufrimiento y Su muerte, atravesó y sufrió una nueva dimensión: se hizo Dios-Hombre.


Jesucristo era humilde, dispuesto a negar sus derechos a fin de obedecer a Dios y servir a la gente. Como Cristo, debemos tener una actitud de siervo y servir por amor a Dios y a los demás, no por temor o sentimientos de culpa. Recuerde, usted puede elegir su actitud. ¿Se aferra usted a sus derechos en forma egoísta o está dispuesto a servir?


¡Sí, Jesús es incomparable en Su poder! Un día, todos se arrodillarán delante del Señor Jesucristo: grandes y pequeños, gente famosa y gente sin nombre, por todos lados y sin excepción. Los que se negaron a creer, doblarán sus rodillas bajo obligación, a regañadientes, llorando en el polvo.


Los demás lo haremos porque creímos; doblaremos nuestras rodillas voluntariamente y de todo corazón, con voces de júbilo y de adoración, rebosantes de felicidad.


 

MARTES 8 DE SEPTIEMBRE


¡ACCIÓN DE GRACIAS!

•SALMOS 116:12-14 •



Éste es uno de los más grandes Salmos, donde se expresa qué puedo yo darle u ofrecerle al Señor, por recibir Su auxilio, misericordia y favor.


En los dos primeros versículos (Vs. 1-2), vemos UNA SÚPLICA de este hombre, y Dios lo oye, Su gracia lo cubre, recibe y Su misericordia lo sostiene; esto nos recuerda cómo es de sorprendente el sentido agudo de protección que desarrolla una madre para con sus hijos. Según estudios científicos, la maternidad cambia y prepara el cerebro de la mujer, agudizando sus sentidos de tal manera que, le permiten estar más atenta a las necesidades de su niño.


Las madres suelen reconocer el llanto de su bebé entre diferentes llantos. Aún por la noche, puede dormir sin inquietarse ante los ruidos a su alrededor, pero ante el menor quejido o movimiento del bebé sus sentidos la despiertan, a pesar del cansancio.


Continuando con nuestro estudio, en los versículos 12-14, encontramos que el salmista, ante la respuesta a su súplica, dice: Lo único que puedo ofrecerle a Dios es mi gratitud. Eso es todo lo que Él quiere de usted. Él quiere que Sus hijos estén agradecidos. ¿Le ha dado gracias por este nuevo día de vida? Es un privilegio asomarse a la luz de un nuevo día. Y si usted ha confiado en el Señor Jesucristo como su Salvador, después de esta vida tendrá el privilegio de entrar en la Presencia de Dios para disfrutar de la vida eterna.


Por último, el salmista hace UNA EXPRESIÓN DE ENTREGA y dice: «tomaré la copa de salvación» y la mejor manera de hacerlo es amándole, aceptándole, siendo agradecido y viviendo para Él; así pagaré mis votos.


Debemos reconocer a Dios en cada aspecto de nuestra vida, en cada paso que damos, en cada respiración y en cada palpitar de nuestro corazón. Sus misericordias son nuevas cada mañana y Sus bendiciones son muchas y continuas.


 

MIÉRCOLES 9 DE SEPTIEMBRE


UNA IGLESIA INCLUYENTE CON UN MENSAJE EXCLUSIVO

• 2 CORINTIOS 6:14-18 •



La palabra inclusión se ha popularizado en la educación, la política y los medios de comunicación desde hace unos años. Aunque pareciera ser un concepto moderno, la Biblia nos muestra que el mayor acto de inclusión lo realizó Jesús al entregar Su cuerpo en un madero para la salvación de toda la humanidad: “Cristo, en efecto, murió por todos…”

(2 Corintios 5:15, BLP).


La iglesia de Jesucristo está llamada a ser una comunidad incluyente, sin “acepción de personas” (Hechos 10:34, Romanos 2:11, Gálatas 2:6, Efesios 6:9), donde todos tenemos un lugar. La iglesia también está llamada a anunciar el mensaje de que única y exclusivamente en Jesús, hay salvación. ¿Es ésta una contradicción? No. Es un perfecto equilibrio entre Amor y Verdad. El Amor de Dios nos incluye a todos. La Verdad de Dios excluye las mentiras. La iglesia es incluyente; el mensaje es exclusivo.

Este es el sentido de las 5 preguntas que hace el apóstol Pablo a los Corintios: ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? o ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? (2 Corintios 6:15-16, NVI).


La iglesia de Corinto no tenía problema en ser incluyente, pero le estaba costando mantener la exclusividad del evangelio. Esta era una congregación que recibía no sólo a judíos sino también a gentiles que habían practicado todo tipo de paganismo; pero, estaba cometiendo el error de dejar infiltrar enseñanzas distintas al mensaje de Jesús.


Hoy, los cristianos tenemos el mismo desafío: mostrar amor a todas las personas sin importar sus creencias o preferencias y al tiempo anunciarles la Verdad de que solamente en Jesús hay salvación.


 

JUEVES 10 DE SEPTIEMBRE


FELICES POR SIEMPRE

• ROMANOS 8:28 •




Todos tenemos malos e inesperados momentos y después de haberlos superado, decimos: Bueno es Dios; pero ¿cuando las cosas no salen bien? ¿Puedes seguir pensando que Dios es Bueno?


Esto me recuerda a José cuando interpretó en Génesis 41 el sueño al Faraón diciendo que vendrían dos épocas: una de abundancia y otra de hambruna y de escasez. Allí José le dijo al Faraón que Dios se lo había anunciado por medio del sueño; me pregunto, entonces la calamidad, la hambruna, ¿pueden ser idea de Dios?


La respuesta es sencilla: NO, porque la Biblia dice en Job 34:10 (NVI) «Escúchenme hombres entendidos (inteligentes) es inconcebible que Dios haga lo malo, que el Todopoderoso cometa injusticias».


Entonces podemos concluir que Dios no crea el mal, pero entonces ¿por qué llegan las calamidades o problemas? Pues bien, debes saber que estamos en un mundo imperfecto y, recordar que Dios Quien es Soberano, permite ciertas cosas que generan caos, pero nunca, permite que el mal triunfe. Por ejemplo, lo que le pasó a Job, perdió todo en un día.


Es muy importante saber que Dios nos promete que todas las cosas que nos ocurran o sucedan nos ayudan para bien (Romanos 8:28).


La vida es como una película en donde el libreto no es de sólo felicidad, pero debes esperar el final, porque TODA obra será para tu bien. Por ejemplo, el gran final de Jesús fue resucitar de la muerte y está sentado a la derecha del Padre; su muerte obró para el bien de TODA la humanidad porque, nos reconcilió con Dios.


En el reloj del tiempo del hombre una vida puede ser de 80 años y muere; pero cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador nos convertimos en seres eternos porque estaremos con Dios por siempre, donde no habrá llanto, tristeza, dolor.


 

VIERNES 11 DE SEPTIEMBRE



DIOS ESTÁ MIRANDO LAS MANZANAS

• MATEO 7:1-6 •



En un comedor infantil, una maestra había dejado en la entrada del autoservicio una canasta, repleta con manzanas rojas y jugosas, para que los niños se sirvieran; en el asa del canasto había una nota que decía: “Toma sólo una, Dios te está mirando”. En la salida, había una bandeja llena de galletas de chocolate recién horneadas. Un niño travieso escribió una nota que decía: “Puedes tomar todas las galletas que quieras, total, Dios está ocupado mirando las manzanas”.


De la misma manera, muchas veces, pensamos que Dios mira y juzga ciertos actos del ser humano y otros no. Generalmente juzgamos con más fuerza los defectos en los otros que los nuestros ¿Verdad? Por ejemplo, fácilmente identificamos el robo o el asesinato, pero no lo consideramos así cuando hacemos pequeñas cosas (colgarnos de la tv por cable del vecino, chatear mientras trabajamos) o decir duras palabras que hieren y dañan y que volvemos una simple ofensa (esa es nuestra viga), olvidando que la Biblia dice: Las palabras del malvado destruyen a su prójimo, pero por medio del conocimiento se libra el justo (Proverbios 11:9).

¿Qué debemos hacer? No olvidar que Dios, aunque está mirando las manzanas, también ve las galletas. Esto es, Él ve la falta de otros, pero está viendo las nuestras cuando nos atrevemos a señalarlos. Es correcto corregir lo que se está haciendo mal a la luz de la Palabra, siempre y cuando no estemos nosotros haciendo esto o algo peor. Podemos juzgar con justo juicio, en amor, sin hipocresía (fariseos) y llamando a las personas al arrepentimiento.


Juan 7:24 – No juzguen por las apariencias; juzguen con justicia.

Gálatas 6:1 - Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.


Acudamos, hoy mismo, a Dios, dejemos que Él limpie todo ese pecado y vivamos a Su manera.

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