top of page
Buscar

EL LLAMADO DEL SEÑOR

Actualizado: 3 abr 2019

1 Samuel 3: 1-20

HABLA, SEÑOR, QUE TU SIERVO ESCUCHA (V. 10)

Escuchar y responder es vital en una relación con Dios, pues no siempre usa el sonido de la voz humana; nos habla con claridad por medio de su Palabra. Para recibir sus mensajes debemos estar listos a escuchar y actuar y decir como Samuel “Heme aquí”. El llamamiento que se hace según el propósito de la gracia divina es eficaz, se repetirá hasta que así sea.


Dios llamó a Samuel por su nombre y él lo tomó por llamada de Elí (v.4,6). También nosotros sufrimos esta clase de equivocación con frecuencia. Nos llama Dios por medio de su Palabra y la tomamos sólo como palabra del predicador y reaccionamos conforme a nuestro error.


Los ancianos de la iglesia deben hacer lo mejor y lo más que puedan para ayudar y mejorar a los más jóvenes que van surgiendo. No dejar de enseñar a los que vienen detrás de nosotros, aunque ellos pronto sean preferidos en nuestro lugar.


Los que no reprimen los pecados del prójimo cuando pueden, se hacen partícipes de la culpa. Elí se sometió piadosamente a la voluntad de Dios, no se enfadó, se arrepintió y aceptó el castigo por su pecado (V. 18), reconoció que el Señor tenía el derecho a hacer lo que bien le pareciera. En Dios no hay injusticia y nunca hace daño, ni impone mayor castigo del que la iniquidad merece.


Samuel es la prueba de que agrada al Señor que los niños, adolescentes y jóvenes escuchen y esperen con mansedumbre, paciencia y humildad en Él. Dios repetirá bondadosamente sus visitas a quienes las reciban bien. Todo incremento de sabiduría y gracia se deberá siempre a la presencia de Dios junto a nosotros.

“Samuel creció y Dios estaba con él, y el Señor no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras (V. 1)

4 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page